15 de enero de 2013

El fracaso y los adolescentes.
Según lectura en un matutino; desde el  Ministerio de Educación , el rotulo de fracaso es muy fuerte para los adolescentes. De acuerdo a estos datos, en su  propuesta Soto (Educación) propone un mayor estiramiento de las competencias que debe poseer un alumno, como respuesta a la eficiencia y calidad de los contenidos en los niveles de  aprendizaje.
Si bien aún no se ha logrado el pleno acceso a la educación básica, el mayor desafío es superar la desigualdad en la calidad de la oferta educativa y en los logros de aprendizaje.


Hay una diversidad de causas en los llamados fracasos, analizaremos una; los problemas afectivos-emocionales de los niños y jóvenes.  
Algunas investigaciones han demostrado que entre un 30 y un 50% de los fracasos escolares se deben a causas emocionales.
Dentro de este apartado entrarían trastornos como la depresión (mucho más frecuente en la infancia de lo que los mayores creemos), la baja autoestima, trastornos de ansiedad, y luego ya complicaciones más severas, como psicosis o neurosis.
Y por supuesto no podemos eludir el papel, yo diría que imprescindible, que representa la familia en estos trastornos. La influencia de esta en la estabilidad emocional del niño es fundamental. Por ello, estas circunstancias pueden alterar el equilibrio afectivo y perjudicar su rendimiento escolar:
Situaciones especiales que alteran el núcleo familiar como la muerte o enfermedad de uno de los progenitores o de un ser querido por el niño, el abandono, separación del matrimonio, nuevo matrimonio de uno de los padres, nacimiento de un nuevo hermano, situaciones hoy mucho más frecuentes y que siempre que no estén bien enfocadas, afectan enormemente el desarrollo emocional del niño.
Estilos educativos de los padres: Como la severidad excesiva o disciplina extrema, o bien un exceso de perfección que hacen que los padres creen unas expectativas que los niños no pueden alcanzar ( tienen que ser los mejores) lo que crea una fuerte inseguridad en el niño que nunca podrá llegar a las altas metas fijadas y como consecuencia se sentirá frustrado si no lo consigue.
Por el contrario el exceso de protección, el niño excesivamente mimado y protegido, cae también en la inseguridad porque no saben enfrentarse solos a las frustraciones si mamá o papá no están allí para resolver el problema.
Podemos incluir en este apartado, aquellos padres con estilos educativos distintos que producen un gran desconcierto en el menor, y que se traduce también en fracasos escolares, falta de cariño, indiferencia de los padres, etc.…
Y sería interesante relacionar también los problemas en el rendimiento escolar con las nuevas adicciones infantiles, la televisión o el vídeo juego, y la adicción a las redes sociales, que cuando no existe control pueden perjudicar de una forma importante su rendimiento escolar. El fracaso también tiene que ver con la situación de tantos y tantos niños que están solos en casa por el trabajo de los padres y carecen del apoyo, de la presencia de un adulto que les enseñe unas normas adecuadas. Pero esto entraría dentro de otra reflexión mucho más larga, que sería la de cómo establecer límites a nuestros hijos, para evitar que se produzca no sólo el fracaso escolar, sino el personal.

Trastornos debidos al desajuste emocional en etapas cruciales como la adolescencia. Es fundamental el control de la familia y la información sobre esta etapa. Hablaríamos también de los problemas de los chicos, de su relación con el alcohol y las drogas, cada vez más preocupante, y que en el menor de los casos se nota en los primeros días de la semana, después de un fin de semana de consumo abusivo, y que desgraciadamente puede condicionar no sólo su rendimiento sino también su vida.
Situación social desfavorable. Existe una clara correlación entre el nivel social y el rendimiento. Tiene que ver evidentemente con los estudios o formación de los padres, con la marginalidad, con las diferencias como en el caso de los inmigrantes, situaciones todas ellas que inciden en la formación del niño y por tanto también en su rendimiento.
 Soto en su propuesta, sugiere una suerte de declaración que deberían realizar los padres, que en definitiva es un compromiso tomado por otro; para que  el interesado (Alumno), estudie en tiempo de vacaciones, con la premisa de Incluir al que se esfuerza.
Como dijimos, hay una variedad de causas, y la que tiene su origen en los factores pedagógicos seguramente serán debatidos por los especialistas. Sin dejar de observar que es muy notorio el desfasaje o brecha generacional, entre el educado y el educador,  la mayoría de los profesores han sido formados por modelos creados en la era industrial; cuando sus alumnos “SON PARTE” de la Revolución Tecnológica.

 Pero más allá de las cuestiones específicas y técnicas es necesario un llamado a la reflexión, analizar que puertas se abren y que se cierran a partir de esta propuesta, de la cual  me  surgen las siguientes preguntas:
Qué hacemos con la cadena de  valores? Valores como la responsabilidad, el compromiso, la dedicación, el esfuerzo, la integridad, la honorabilidad y en definitiva la justicia; porque si a esta forma la rotulamos de “Igualdad”, cuál sería el SER  igual con un  otro, que se compromete, se  dedica, se esfuerza y asume responsablemente su deber, su posibilidad..
Me preguntaba además por la deteriorada  calidad de contenidos y su relación con los logros alcanzados. Hay suficientes y diversos estudios  comparativos sobre logros de aprendizaje, que muestra una grave inequidad en la distribución del conocimiento. Dichos informes pusieron de manifiesto que los niveles de aprendizaje en casi todos los alumnos son en general muy bajos, pero según los datos los logros son aún menores en el caso de los alumnos que provienen de las  escuelas públicas, ya sean urbanas o rurales.
Sera esto inclusión?  O será tan solo maquillaje, que en un pare-SER  achica los márgenes de deserción e irrupción de los estudios, con el agravante singular de la baja calidad  y una  nivelación  de media para abajo?
Sera este llamado “Fracaso” el fracaso de los jóvenes? O será fracaso del sistema? El fracaso de un modelo? De la escuela...De la familia?  Nuestro?... O que será el fracaso?
Fracasar no es tener una desilusión. Fracasar es repetir el error y sólo hablar de necesitar más oportunidades para lograr un objetivo.
Edison acerca de los sucesivos fracasos que experimentó en el camino hacia lograr una lámpara de incandescencia, este le respondió que no había fracasado ni una sola vez, que cada una había sido el camino necesario para lograr que funcionara
El llamado fracaso no es algo malo, es lo que nos lleva a superarnos, ante un fracaso, ante una decepción frente a algo en lo que se tiene expectativas, nos coloca  frente a una gran oportunidad de cambiar el camino y el modo es sólo uno: no pretender que los demás hagan el cambio que uno debe hacer.

PAUTAS PARA EVITAR EL FRACASO ESCOLAR
¿Que podemos hacer como padres, para prevenir el fracaso?
· Demostrarle a un hijo que lo quieres no por sus éxitos sino por él mismo.
· Permítele que tome decisiones y le dale responsabilidades acordes con su edad.
· Jamás le compares desfavorablemente con sus hermanos o amigos.
· Jamás le hagas sentirse inútil o culpable, anímale a confiar en sí mismo y a valorarse.
· Enséñale que no hay que desanimarse ante los primeros fracasos, que hay que ser tenaz y buscar alternativas, practicar para superarse.
· Fomenta la lectura desde pequeño, contando cuentos, haciendo que los cuente él, animándole cuando lea algo.  Enséñale palabras nuevas, como en un juego, que enriquezca su vocabulario, háblale mucho y con propiedad.
· Estar atento con sus éxitos, por mínimos que sean, esto le ayudará a ir superándose y a sentirse seguro.
· Enriquece su ocio. Que no vea sólo la televisión y fracciona su tiempo en la PC. Enséñale programas adecuados, llévale a museos, cuéntale historias, que tenga contacto con la naturaleza…
· En fin, fomenta que el joven  se quiera a sí mismo, se acepte, esté seguro y sobre todo que    SEA FELIZ. 

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